

Caperucita vivía en una pequeño pueblo, y que como muchos otros pueblos aledaños, estaba a la espera de que los directivos de la comunidad comenzasen, por fin, las obras del tren de cercanías - tan y tan anunciadas en la campaña electoral del año anterior - .................
Y mientras tanto, todos los días, al atardecer, Caperucita cruzaba el bosque para visitar a su abuelita y llevarle la merienda, pasando a través de kilómetros de arroyos, puentes y caminos.........
Caperucita llegaba a la otra parte del bosque, donde vivía su abuelita, caminando.......................


y, otras veces, en bici, porque aunque Caperucita vivía en un cuento, allí también se notaba la crisis, y no estaba la cosa como para comprar un coche, y además, por aquello del respeto al medioambiente.
Pero Cape, -como la llamaban en su casa- estaba cansada de llevar la caperuza roja, cansada de ir tooodos los dias a través del bosque, y sobre todo, cansada de encontrarse todas las tardes con el mismo pesado de siempre, ese lobo que no tenía otra cosa mejor que hacer que asustarla cuando anochecía en el bosque, un pelma desocupado. -y algo hambriento, todo hay que decirlo-
En resumen, que estaba hasta la caperuza del cuento en el que vivía, porque, en vez de vivir del cuento, era el cuento el que vivía de ella.
Como nuestra Caperucita no podía salir de este cuento así por las buenas, imaginó que al menos, se merecía unas vacaciones, así que..... pensando en una merienda especial para su abuelita.....

Imaginó unas tartaletas hechas con frutos del bosque, esos frutos que tan a mano tenía todos los días, y además, podría hacer tal cantidad que fuese suficiente para la abuelita, e incluso para el hambriento lobo! y así poder irse unos días de vacaciones a esa isla soñada por ella, sin bosque, sin arroyos, sin caperuzas rojas ni lobos asustones, a una playa caribeña que había visto anunciada en la agencia de viajes.
Nadie se iba a dar cuenta, por unos dias, de que en el cuento faltaba su protagonista.........
Y para estas tartaletas de frutas del bosque caperucita utlizó algo tan sencillo como:
-Unas tartaletas
-requesón
-confitura de frutas del bosque
-fruta en almíbar para decorar
Y, como hizo tanta cantidad, suficiente para la merienda de una semana, Caperucita Roja pudo, por fin, tomarse unas merecidas vacaciones .
Y colorín colorado, estas tartaletas, se han terminado